Como consulta especializada en atención psicológica en Granollers, queremos aprovechar esta ocasión para hablarte acerca de la tanofobia, un trastorno basado en un miedo irracional a los rayos del sol.
Las personas que padecen esta fobia tratan de justificar su miedo argumentando sobre los efectos nocivos de exponerse a la radiación ultravioleta del sol. Sin embargo, no tienen en cuenta lo malo que puede ser para el organismo humano la falta de exposición a los rayos del astro solar.
Es habitual que las personas tanofóbicas se protejan de manera obsesiva y permanente frente a la luz natural. Suelen ponerse siempre gafas de sol, gorras o sombreros, llevan ropa especial para filtrar la radiación ultravioleta, etc. Es común, asimismo, que se protejan con una minisombrilla cuando salen a la calle o acuden a la playa. Otro de sus hábitos es aplicarse constantemente lociones solares con una protección muy elevada.
Mientras que los tanoréxicos están obsesionados con el bronceado, las personas con tanofobia quieren tener una piel extremadamente blanca, aunque su aspecto no sea nada saludable.
Como gabinete con gran experiencia en atención psicológica en Granollers, nos gustaría remarcar que la tanofobia se desarrolla por un miedo cerval a los riesgos de tomar el sol: cataratas, cáncer de piel, degeneración macular, queratitis actínica, envejecimiento precoz, quemaduras en la piel, etc. Recordemos que obsesión acarrea efectos perjudiciales para el organismo de esta gente.
Los organismos de las personas con esta fobia tienen carencia de vitamina D, elemento básico para fijar el calcio en los huesos.
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